CREMOSO DE CHOCOLATE NEGRO

CREMOSO DE CHOCOLATE NEGRO

Este es el postre que hicimos para la cena del día de Nochebuena, fue todo un éxito, gustó a todos, y además se preparó el día antes, por lo que nos ahorró trabajo ese día en el que estamos tan liados.

No es complicado de hacer, ya que es una crema inglesa con cobertura de chocolate y un poco de gelatina, la única dificultad es que cuando hagamos la crema debemos de tener precaución de que no supere los 84º C, ya que el huevo se nos coagularía, así que debemos de usar un termómetro para que no nos ocurra esto.

Ingredientes

½ litro de leche entera

½ litro de nata (M.G. 35%)

180 gramos de azúcar

160 gramos de yemas

450 gramos de cobertura de chocolate negra (70%)

2 hojas de gelatina

Aroma (yo le puse vainilla)

Chocolate blanco en lágrimas

Sirope de fresa para adornar

Preparación

Lo primero que vamos a hacer es echar en agua fría las hojas de gelatina para hidratarlas, deben de estar un mínimo de 20 minutos.

En un bol colocamos la cobertura de chocolate negro (yo utilicé lágrimas, si usáis tableta debéis rallarlo para facilitar que se derrita).

En un cazo hervimos la leche junto con la nata y la vaina de vainilla.

Blanqueamos las yemas con el azúcar, esto debe de ser rápido, ya que si dejamos estos dos ingredientes juntos sin mover, el azúcar quemará las yemas y esto va a provocar que se nos formen unos grumos indisolubles.

Cuando hierva la leche echaremos la mitad sobre las yemas, removemos y volcamos esto sobre el resto de leche.

Volvemos a poner al fuego, y vamos moviendo continuamente hasta que la crema esté lista.

Este es el punto más crítico de la receta, ya que es aquí donde no debemos de sobrepasar los 84º C, pero tampoco debemos de quedarnos cortos, si lo hacemos nuestra crema estará demasiado líquida y además las yemas estarán crudas, por lo que es muy importante que el preparado alcance los 84 grados y no se pase.

Aparte del termómetro, un indicador de que está en su punto es que si sacamos la lengua de gato de la preparación esta queda cubierta con una capa espesa de la crema, es decir, la crema napa la lengua, o cuando desaparece la espuma que tiene por encima.

Escurrimos la gelatina y la echamos encima de la cobertura de chocolate, colamos la crema inglesa con un chino y volcamos escaldamos el chocolate.

Removemos hasta integrar todo, nuestra crema se volverá espesa y de color.

Dejamos reposar 5 minutos y lo batimos con la turmix sin introducir aire.

Llenamos los moldes hasta la mitad (estos deben de ser de silicona para luego poder desmoldarlos), colocamos las lágrimas de chocolate blanco (sin que lleguen a tocar el fondo) y terminamos de rellenar con la crema.

Metemos en el congelador y dejamos que congelen.

Tres o cuatro horas antes de su consumo, sacamos del frío y desmoldamos.

A la hora de servir, para mover el cremoso de un plato a otro, debemos de hacerlo con la espátula para no deformarlo mucho.

Espero que os guste tanto como nos gustó a nosotros.